Tomado de la mano del orgullo y responsabilidad que, en similar medida y dimensión, encuentran refugio en el cargo de alcalde de Celanova que actualmente tengo el honor de ocupar, doy la bienvenida a quienes, a través de una visita virtual, se acercan a una página web a través del que queremos compartir con ellos los servicios y potencialidades de nuestro pueblo en particular, y de nuestro municipio en su conjunto.

 

Bajo la atenta mirada de San Rosendo y San Torcuato desde la fachada de su antiguo monasterio y su firme arraigo en las singularidades históricas, patrimoniales, culturales y literarias que lo han convertido en uno de los lugares más simbólicos de nuestra provincia y sin duda alguna, en una de las que se pueden llamar pueblos históricos de Galicia, Celanova debe mirar hacia el futuro con el apasionante desafío de creer en las posibilidades de crecimiento económico real que deben alimentarse en el privilegiado enclave geográfico que ocupa, en la excelente red de comunicaciones que, en horas, lo acerca a cualquier otro lugar de la península, en el entorno medioambiental que le da cobijo, en su propio comercio y gastronomía, y en su evidente capacidad de desarrollo industrial, elementos que deben alertarnos sobre los retos y oportunidades que se avecinan. y que, al mismo tiempo, nos obligan a actuar con valentía, tanto a nivel individual como colectivo, para no perder oportunidades. del progreso, la mejora y la prosperidad que nos depara el futuro.

 

Si estas aptitudes son reales, más aún lo son la capacidad, el talento, la experiencia y el dominio de sus habitantes para convertir esas potencialidades teóricas en hechos plausibles.

 

Si bien la insuficiencia de este espacio es evidente para poner en escena en detalle cualquiera de los proyectos que nos gustaría acometer, si quiero dejar constancia explícita de la firme voluntad del actual equipo de gobierno de tomar aquellas decisiones que mejor sirvan para incentivar e implementar como muchos proyectos de futuro pueden mejorar nuestra realidad actual, así como lograr el asentamiento final y aumentar, si es posible, la población de nuestro entorno, todo ello presidido por la idea y objetivo que, además de estar orgullosos de nuestro pasado y de nuestra historia , nos sentimos igualmente responsables y entusiasmados con nuestro futuro colectivo.

 

Para finalizar este pequeño acercamiento a nuestros visitantes virtuales me gusta compartir el hecho revelador de que, si bien es cierto que, geográficamente hablando, aquí es donde el mundo recibe su nombre de Celanova, no es menos cierto que Celanova también vive en cualquier otro lugar de el mundo, el planeta en el que, independientemente de su nombre y ubicación, alguno o alguno de sus hijos vive o se encuentra.